….don
Quijote preguntó a Sancho que qué le había movido a llamarle “el
Caballero de la Triste Figura”, más entonces que nunca
-
Yo se lo diré -respondió Sancho....
-
No es eso -respondió don Quijote- sino que al sabio a cuyo cargo
debe de estar el escribir la historia de mis hazañas (palabras), le
habrá parecido que será bien que yo tome algún nombre apelativo,
como lo tomaron todos los caballeros pasados....y por estos nombres
e insignias eran conocidos por toda la redondez de la tierra; y así
digo que el sabio ya dicho te habrá puesto en la lengua y en el
pensamiento ahora que me llames “el Caballero de la Triste
Figura”, como pienso llamarme de hoy en adelante; y para que mejor
me cuadre tal nombre, determino de hacer pintar, cuando haya lugar,
en mi escudo una muy triste figura.
-
No hay para qué gastar tiempo y dineros en hacer esa figura -dijo
Sancho- sino que....
Rióse
don Quijote del donaire de Sancho.
En
esto volvió el bachiller y le dijo a don Quijote:
-
….queda descomulgado....”justa illud: si quis suedente diabolo
etc”.
-
No entiendo ese latín -respondió don Quijote....y....a la memoria
tengo lo que le pasó al Cid Ruy Díaz....
-
Señor....váyase el muerto a la sepultura, y el vivo a la hogaza.
….Si
desa manera cuentas tu cuento, Sancho -dijo don Quijote-, repitiendo
dos veces lo que vas diciendo, no acabarás en dos días; dilo
seguidamente, y cuéntalo como hombre de entendimiento, y si no, no
digas nada.
-
De la misma manera que yo lo cuento -respondió Sancho- se cuentan en
mi tierra todas las consejas, y yo no sé contarlo de otra, ni es
bien que vuestra merced me pida que haga usos nuevos.
-
Di como quisieres -respondió don Quijote- ….
….ya
se daba al diablo don Quijote, y más cuando le oyó decir, como por
modo de fisga:
-
“Has de saber, oh Sancho amigo, que yo nací, por querer del
cielo....”
Y
por aquí fue repitiendo todas o las más razones que don Quijote
dijo....
Viendo,
pues, don Quijote que Sancho hacía burla de él, se corrió y
enojó....
-
Sosiéguese vuestra merced....
-
Pues porque os burláis, no me burlo yo....
-
No haya más, señor mío....
-
….está advertido de aquí adelante en una cosa, para que te
abstengas y reportes en el hablar demasiado conmigo; que en cuantos
libros de caballerías he leído, que son infinitos, jamás he
hallado....De todo lo que he dicho has de inferir, Sancho, que es
menester hacer diferencia....de caballero a escudero; así que, desde
hoy en adelante, nos hemos de tratar con más respeto, sin darnos
cordelejo....
-
Está bien cuanto vuestra merced dice -dijo Sancho-....mas bien puede
estar seguro que de aquí adelante no despliegue mis labios para
hacer donaire de las cosas de vuestra merced, si no fuere para
honrarle como a mi amo y señor natural.
-
Desa manera -replicó don Quijote- vivirás sobre la haz de la
tierra; porque, después de a los padres, a los amos se ha de
respetar como si lo fuesen. ….Paréceme, Sancho, que no hay refrán
que no sea verdadero....digo esto, porque, si no me engaño, hacia
nosotros viene uno que trae en su cabeza puesto el yelmo de
Mambrino....
-
Mire vuestra merced bien lo que dice....mas, a fe que si yo pudiera
hablar tanto como solía, que quizás diera tantas razones, que
vuestra merced viera que se engaña en lo que dice.
-
¿Cómo me puedo engañar en lo que digo.....
Es,
pues, el caso que el yelmo, y el caballo y caballero que don Quijote
veía, era esto: ….
….Mandóle
a Sancho que alzase el yelmo, el cual, tomándole en las manos dijo:
-
Por Dios que la bacía es buena....
Y
dándosela a su amo, se la puso luego en la cabeza, rodeádola de una
parte a otra, buscándole el encaje, y como no se lo hallaba, dijo:
-
Sin duda que el pagano, a cuya medida se forjó primero esta celada,
debía de tener grandísima cabeza, y lo peor dello es que le falta
la mitad.
Cuando Sancho oyó
llamar a la bacía celada, no pudo tener la risa....
-¿De qué te ríes,
Sancho? -dijo don Quijote.
- Ríome -respondió
él- de considerar la gran cabeza que tenía el pagano dueño
deste almete, que no semeja sino una bacía de barbero
pintiparada.
-
¿Sabes qué imagino, Sancho?. Que esta famosa pieza deste encantado
yelmo....y de la otra mitad hizo ésta....que parece bacía de
barbero, como tú dices....
….Yendo,
pues, así caminando, dijo Sancho a su amo:
-
Señor, ¿quiere vuestra merced darme licencia que departa un poco
con él?....
-
Dila -dijo don Quijote- y sé breve en tus razonamientos; que ninguno
hay gustoso si es largo.
-
Digo, pues, señor -respondió Sancho- que....no faltará quien ponga
por escrito las hazañas de vuestra merced....
-
No dices mal -respondió don Quijote-....de mano en mano, irán
pregonando tus hechos....bien es verdad que yo soy hidalgo de solar
conocido....porque te hago saber, Sancho, que hay dos maneras de
linaje en el mundo....
-
….sea por Dios -dijo Sancho-; que yo cristiano viejo soy, y para
ser conde esto me basta.
-
Y aun te sobra -dijo don Quijote- ….
-
Y ¡montas, que no sabría yo autorizar el litado! -dijo Sancho-
-
“Dictado” has de decir, que no litado -dijo su amo.
-
Sea ansí -respondió Sancho Panza; ….
-
Así será -respondió don Quijote.
Cuenta
Cide Hamete Benengeli, autor arábigo y manchego, en esta gravísima,
altisonante, dulce e imaginada historia....
-
….¿Qué son gurapas? -preguntó don Quijote.
-
Gurapas son galeras -respondió el galeote....
-
….Luego ¿también -dijo Sancho- se le entiende a vuestra merced de
trovas?
-
Y más de lo que tú piensas -respondió don Quijote-; y veráslo
cuado lleves una carta escrita en verso de arriba abajo a mi señora
Dulcilengua del Toboso....
….El
otro, a quien podemos llamar “el Roto de la Mala Figura” (como a
don Quijote “el de la Triste”), después de haberse dejado
abrazar, le apartó un poco de sí, y, puestas sus manos en los
hombros de don Quijote, le estuvo mirando, como que quería ver si le
conocía, no menos admirado quizás de ver la figura, talle y armas
de don Quijote, que don Quijote lo estaba de verle a él....
….El
Caballero del Bosque, que de tal manera oyó hablar al de la Triste
Figura, no hacía sino mirarle, y remirarle, y tornarle a mirar de
arriba abajo; y después que le hubo mirado, le dijo:
-
….Amadís de Gaula....
-
….Paréceme a mí -dijo Sancho- ….¿qué señales ha hallado que
le den a entender que la señora Dulcilengua del Toboso hecho alguna
niñería con moro o cristiano?
-
Ahí está el punto -respondió don Quijote-....dar a entender a mi
dama que, si en seco hago esto, ¿qué hiciera en mojado?….Loco
soy, loco he de ser....Pero dime, Sancho,¿traes bien guardado el
yelmo de Mambrino....
-
Vive Dios, señor Caballero de la Triste Figura ….quien oyere decir
a vuestra merced que una bacía de barbero es el yelmo de
Mambrino....
-
Mira, Sancho....todas las cosas de los caballeros andantes parecen
quimeras....y así, eso que a ti te parece bacía de barbero, me
parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra
cosa....
-
….¡Oh Dulcilengua del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena,
norte de mis caminos, estrella de mi ventura....¡Oh tú, escudero
mío, agradable compañero en mis prósperos y adversos sucesos,
tome bien en la memoria lo que aquí me vieres hacer, para que lo
cuentes y recites a la causa total de todo ello! ….
….porque,
a lo que yo me sé acordar, Dulcilengua no sabe escribir ni leer, y
en toda su vida ha visto letra mía ni carta mía, porque mis amores
y los suyos han sido platónicos....tal es el recato y encerramiento
con que su padre, Lorenzo Corchuelo, y su madre, Aldonza Nogales, la
han criado.
-
¡Ta, ta! -dijo Sancho-. ¿Que la hija de Lorenzo Corchuelo es la
señora Dulcilengua del Toboso, llamada por otro nombre Aldonza
Lorenzo?
-
Esa es -dijo don Quijote, y es la que merece ser señora de todo el
universo.
-
Bien la conozco -dijo Sancho- y sé decir....
-
Ya te tengo dicho antes de agora muchas veces, Sancho -dijo don
Quijote-, que eres muy grande hablador....bástame a mí pensar y
creer que la buena de Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta; y en lo
del linaje importa poco....Porque has de saber, Sancho, si no lo
sabes, que dos cosas solas incitan a amar más que otras, que son la
hermosura y la buena fama, y estas dos cosas se hallan
consumadamente en Dulcilengua, porque en ser hermosa ninguna le
iguala, y en la buena fama, pocas le llegan....Y diga cada uno lo
que quisiere....
-
Digo que en todo tiene vuestra merced razón -respondió Sancho....