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jueves, 28 de marzo de 2013

Evolución y fijación del lenguaje


Antonio de Guevara
Arte del Marear
y de los inventores de ella:
con muchos avisos para los que navegan en ellas.
Valladolid 1539
Tabla del presente tratado
de los inventores de los trabajos de la galera.


Capítulo VIII
Del bárbaro lenguaje que hablan en las galeras.

Dichas estas libertades, y privilegios de la galera, digamos ahora la forma y lenguaje que hablan en ella: porque tan extremados son en el modo del hablar, como en la manera del vivir. Al fundamento de la galera quieren ellos que se llame quilla: y a las clavijas del palo llaman escalemos; a la cabecera de la galera llaman popa, y al cabo de ella dicen proa; a lo que nosotros llamamos costeras, no consienten ellos sino que se nombren cuadernas; y a lo que decimos borde, llaman ellos Caballeros; a la cámara sobre que está la aguja, llaman escandilar; y al camino que va de proa a popa, nombran cruxia; a donde se sientan los remeros llaman postiza; y adonde van guardadas las velas, llaman cuarteles. Quieren que la cocina se llame fogón; y al renovar la galera le digan dar carena: como decimos en nuestro lenguaje, acostaos a una parte, dicen ellos en el suyo, teneos todos a la banda; y por decirtirad de esto, o de aquello, dicen ellos a grandes voces, iza, iza; a lo más alto del mástil mandan que se llame gata; y a las garruchas con que suben las velas, se nombre topa; nosotros decimos, ésta es la vela mayor, ésta es la vela mediana, y ésta es la menor; ellos no dicen sino, vela maestra, vela mesana, vela del trinquete; a las maromas llaman gumetas, y al poste llaman puntal; a la estaca a do atan las velas, quieren que se llame maimoneta; y a la moroma con que templan las velas, dicen que se llame escota; como nosotros decimos,volved esa galera, dicen ellos ciaboga; y para decir no reméis más, dirán ellos leva remo; a la garrucha con que meten el esquife, llaman barbeta; y a lo [270] con que carga la galera, llaman lastre; llaman al guarda ropa nochar, y al que rige la galera Comitre; por decir que navegan con buen viento, dicen que van en popa; y por navegar a medio viento, dicen que van a orza; a do se prenden las velas, llaman antena; y a la maroma con que la suben llaman candaliza; a lo que llamamos remar, dicen ellos bogar; y al sacar agua de galera llaman escotar. Mandan que a la despensa, no llaman sino pañol: y que los remeros de popa se nombren espalderes, a los que andan en el barco llaman proeles, y a la nariz de la galera asperón; al primer remero, llaman bogavante, al postrero dicen tercero; al viento Cierzo llaman Tramontana, al Abrigo medio jorno, al Solano Levante, y al Gallego Poniente: estar la galera armada, dicen estar empavesada; y cuando ella se pierde por tormentar, dicen que dio al través; no dirán ellos vamos por agua, sino hagamos aguada, ni tampoco dirán navegad a Cerdeña, sino pon la popa en Cerdeña. Esta, pues, es la jerigonza que hablan en la galera: de la cual, si todos los vocablos extremados hubiésemos aquí de poner, sería para nunca acabar, abaste concluir con nuestro tema: que la vida de la galera, déla Dios a quien la quiera.


Que la lengua es algo vivo y que responde al más profundo ser y sentir de cada pueblo, desde siempre es sabido, al punto de calificarse la lengua, el alma viva de un pueblo. Sucede que, este reconocimiento que constituye ya ahora un lugar común, no ha recibido refrendo ni carta de naturaleza oficial de buenas a primeras y sin que ello diere a lo largo de la historia lugar a enfrentamientos no poco desabridos y enconados. Al fin, el lenguaje responde a ciertos o sutiles intereses de prevalencias y dominación. Porque, no lo olvidemos, también se ha dicho, que lo que no tiene un nombre, no existe.
Viene todo esto a cuento, porque al cabo de leer la página que precede estas líneas, del insigne Fray Antonio de Guevara, escritor y ensayista destacadísimo en el ámbito de las letras castellanas, a uno le asalta la impresión, como la imagen especular de la ironía en la doble y enrevesada conciencia ante un espejo, de que el mundo marchara y anduviera al revés. Y debo confesar que no poca gracia me hizo el ver la irónica seriedad con que el gran autor, so capa de purista y erudito, y valiéndose de un tono jocoso, o al menos con esa displicencia distante y presupuesta de autoridad a todas luces incontestable en la materia, va casi burlándose al negar y comparativamente demoler todos y cada uno de los términos, que él tilda rotundamente de “barbarismos”, del lenguaje usado por los pobres y sufridos, y a lo que pareciera no menos entonces de corresponder, osados e ignorantes, galeotes en las galeras. Y es que, no se cumple aquello de que para muestra basta un botón, al fin de denigrar y soslayar en consecuencia términos de semejante lenguaje tan burdo y disparatado, al de los galeotes, me refiero. Y ya se verá al punto el porqué destaco y recalco lo irónicamente especular de esta lingüística confrontación, y es que no da ni una en el tiesto, como vulgarmente se dice, el gran Fray Antonio. Tan es así, que si volvemos, a lo dicho, por el canto del revés, sale letrilla de copla, copla graciosísima y hasta de vuelo por gracia recuestada. Veámoslo.

Decir en primer término que el gran Fray Antonio, que grande lo es sin discusión, y de ahí que la ironía de la propia seriedad resalte la gracia no ofensiva, pero gracia al fin, del ovillado conjunto, apele, al comparar unos vocablos con otros, los legítimos y no venales, con los usados al pairo por los galeotes y bárbaros, hace uso y se apoya correlativa que consecutivamente, en un “nosotros”, frente a un “ellos”. Blasones granados de autoridad. No caben dudas, ni discusiones. Y, dado que los galeotes son “tan extremados en el modo de hablar, como en la manera de vivir”, entremos nosotros de una vez en harina. Y que cada palo, aguante su vela. Y que el lenguaje, al fin, hable, sea como sea, por nos. Porque toda invención fanática, o fantástica, al final en el silencio y ostracismo de su audacia se delata.

Dice, y va rezando a decir, el ilustre Fray Antonio:

Al fundamento de la galera quieren ellos que se llame quilla. Válgame el cielo, digo yo, por todos nosotros, que somos ellos, que no por el nosotros eucarístico y escandalizado de Fray Antonio. Que a la quilla se le llame quilla, y no, como Dios manda, fundamento, debe de ser cosa de sueño o del diablo. Pues si quilla es quilla, qué será, fundamento por la quilla, del nosotros frente a ellos. Sí, cosas del diablo y del empecinamiento cerril y visceral de los bárbaros galeotes, que la quilla sea y se le diga quilla, y no lo que es y ha de ser, fundamento. Cosas veredes, si en el mundo a ciegas bulleres. O sea, que quilla, es quilla. Como no quilla, es no quilla. Y navega todo el barco, con la quilla por razón, hendiendo el mar a sazón, de que la flecha no es arco. Como a decir, entre la quilla y el cielo, mar es mar y vuelo es vuelo.

A la cabecera de la galera llaman popa, y al cabo de ella dicen proa. Buena estaría, que a la popa dijeran, proa de mentirijillas. Ni con olas por anteojos del derecho por revés, se puede imaginar navegando, que la proa alpiste izando, lo que la popa al bauprés. Todo ello para indicar que hasta el mejor escribano, echa un borrón perdido. Que proa es proa, y que popa es popa, lo sabe tanto la proa de la popa, como la proa de la popa, por mucho nosotros por ellos que por ilustrado al corriente se baraje. Repito, por si el escandallo refleja el misterio cautivo este mundo. Proa es proa. Y popa es popa. Y navegando a su hora, por entre el cielo y el mar, todo ha de dar en historia, escrita de tierra a tierra, contada de mar a mar. No creo que haya discusión posible.

A lo que nosotros llamamos costeras, no consienten ellos sino que se nombren cuadernas. Libres de mentiras, los quiere Dios. Que no hay peor razón de frente por costado, que las medias verdades. Cierto, que para un contemplador cerrado de barcos, y más si se siente de lo que contempla por puro entusiasmo afín, por latines en cadena, costado ha de dar costeras. Mas, los galeotes son muy suyos, y como bárbaros raudos por contingentes, pues navegar es abecedario exquisito de escuela, mirando de acertar en lo que piensan, si a la proa dicen proa, a las cuadernas, cuadernas. Y no hay otra, caligrafía en el mar, que no retumbe en las olas, escribiendo sin mamolas, en el cuaderno escolar, que no mamas si no lloras, al costado del altar, de un barco que es fuego en sombras, hasta el eterno callar.

A la cámara sobre que está la aguja, llaman escandilar. Que aquí, confesarlo no es misterio, me asaltaron las dudas. Vamos a ver, me dije. A la cámara sobre que está la aguja, ¿se referirá a lo que abiertamente dice, o volvemos a navegar en un barco por otro, lo de gato por liebre,
de palabras por palabras? Puede tratarse de aguja, aguja, y entonces, por más que la fijación chapada de los galeotes al ser por entender de significar a propio esto por lo otro, en su lenguaje de bárbaros empecinados y morcillos, escandilar impusiera, a fin de entenderse de randa y colofón en las tormentas, pues escandilar suena a candil al límite de la más peligrosa ocasión, o último, no cabría duda, al parecer, que a la cámara sobre que está la aguja, debería nombrársele cámara sobre que está la aguja, o todo lo más, cámara de la aguja, o apurando la razón, en la ocasión, pues el peligro se intuye no entre las palabras, sino entre su autorizada por reconocida significación, cámara, o aguja, a lo simple, o camaguja, simplificando nombre y sentido de una sola tacada y a la vez entendiendo por la mitad, pues la experiencia lo indicaría, cámara de aguja, pero, ¿escandilar? Vamos a ver. Y como gato perdido, me voy al diccionario del ratón del barco. Y pues no hay más sorpresa, que la de que el ratón se comiera al gato, y como es cuestión de cámara por aguja, en el escandilar de las chifladas galeras, voy, y leo en el diccionario celular y eucarístico de la lengua, escandilar: cámara de la brújula. ¡Amigo!, con que esas tenemos. Pues si supiera, el galeote de mí, que era brújula y no cámara en solfa de simple aguja, o molino de mar de viento, ya el instinto me llevara, pues la palabra da a tiento, en nombrar escandilar, en consonancia a sustento. Así que los galeotes hicieron nudo latino, y hasta griego, con la brújula en su cámara. Es bien cierto, que hasta el mar ilustra en sueños, y que los galeotes no imitan con la razón de lo que es por su apariencia, ni un solo nombre, y que no fallan ni una. Y todo ello viene a corroborar en un sentido lineal, o metafórico, lo de, brújulas por galeotes aparte, no te acostarás, sin saber una cosa más. Y que el mar mece la fronda jamás cautiva del lenguaje, es un hecho.

Y al camino que va de proa a popa, nombran cruxía. Acudo, ya asombrado, ya como fiel de pandereta, al diccionario, que no ha de ser cautivo quien en las palabras o entre palabras se concierta y busca, y leo, cual orate al fiado, crujía: espacio de proa a popa en medio de la cubierta del barco. Tente, vasallo, me digo, que, al parecer, aquí se trunca a baldeo de napias el dicho, donde manda patrón, no rasca marinero, por el de, a sentencia de galeote, hasta un rebuzno da brote. Y luego, me hago serena que más discreta admonición, no todo lo que reluce, oro es que se trasluce. Y acuérdome, al vuelo, que si Quixote, dio en Quijote, con tales o parecidas razones, cruxía canta en crujía. Pues, si la lengua es quien habla, y no quien hable un virote, ya lo dijo en su locura, el gran cuerdo don Quijote, que, por boca a campana de Cervantes, abrevió lenguaje por lengua al concluir:
vino a llamarla Dulcilengua del Toboso, porque era natural del Toboso, nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto”. El lenguaje hablándose y nombrándose, en secreto por más a la descubierta, a sí mismo y de sí mismo. Cosas veredes, Sancho....De modo que, cruxía, sí, y no sólo sí, por no, sino de proa a popa. Siguiendo la línea más larga, que es en la cubierta, y en lenguaje, la más corta, la que dice lo que dice, y que ni Dios ni el diablo contradice.

Después, todo coser y cantar, y a la luna me confío, si en barco no me extravío, si canto que el mar es mar. Y van ya los barbarismos de corrido galeote, comprobado y hasta certificado de pluma (luna) y tinta (pinta, y niña y Santa María), a saber, candaliza, bogar, escotar, fogón, carena, pañol, maestra, mesana, trinquete, puntal escota, ciaboga, bogavante, candaliza, brial, espalder, antena, lastre, cómitre, ir en popa, ir en orza, teneos todos a la banda, izar, empavesar, dar de través, hacer aguada, pon popa a, ….Y es que, donde haya un buen galeote, que se jubile el sabiote.

Finaliza diciendo el gran Fray Antonio: esta, pues, es la jerigonza que hablan en galera, de la cual, si todos los vocablos extremados hubiésemos aquí de poner, sería para nunca acabar, abaste concluir con nuestro tema: que la vida de la galera, déla Dios a quien la quiera.

A lo que, se pudiera retrucar, en sonámbulo castizo, que todo cuanto Dios hizo, en galeras hizo hablar.
Y, como suma y sigue: Con diez cañones por banda.....

Pues el subconsciente, tal vez nos puede engañar, pero el engaño no olvida, ni la muerte de por vida, ni un verso de mar y mar.

Fray Antonio de Guevara es una de las plumas de oro de la lengua castellana. Lo cortés, no quita lo valiente. O, como diría un galeote, Fray Antonio sabe hablando, y hasta diciendo ese hablar, lo que es mar y mar y mar, mar en nosotros soñando.

Y valga como contrición sincera, y desagravio encendido, una letrilla escardada, de este galeote, y punto:

¡Ay! Gracián, gracián, gracián
pues que la muerte no yerra
con tus huesos en la tierra
de olvido serás mazapán.

FIN






domingo, 17 de marzo de 2013

Lectura e interpretación nueva de El Quijote: (octava entrega)


….pero viéndose el enemigo de la concordia y el émulo de la paz menospreciado y burlado....acordó de probar otra vez la mano....
Es, pues, el caso, que....uno dellos (de los cuadrilleros) ….le vino a la memoria que entre algunos mandamientos que traía para prender algunos delincuentes, traía uno contra don Quijote, a quien la Santa Hermandad había mandado prender por la libertad que dio a los galeotes, y como Sancho con mucha razón había temido.


….y a grandes voces decía:
-¡Favor a la Santa Hermandad! ….se prenda a este salteador de caminos.
….Sancho dijo:
-¡Vive el Señor, que es verdad cuanto mi amo dice de los encantos de este castillo, pues no es posible vivir una hora con quietud en él!
….Reíase de oír estas razones don Quijote, y con mucho sosiego dijo:
-Venid acá, gente soez y mal nacida....Venid acá ladrones en cuadrilla....¿quién fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que no hay ejecutoria de hidalgo....?¿Qué caballero andante pagó pecho, alcabala, chapín de la reina, moneda forera, portazgo ni barca? ¿Qué sastre....? ¿Qué castellano....? ¿Qué rey....? ¿Qué doncella....? ….Y, finalmente, ¿qué caballero andante ha habido, hay, ni habrá en el mundo que no tenga bríos para dar él solo cuatrocientos palos a cuatrocientos cuadrilleros que se le pongan delante?
….Tomáronlo luego en hombros, y al salir del aposento se oyó una voz temerosa, todo cuanto lo supo formar el barbero, no el del albarda, sino el otro, que decía:
-¡Oh Caballero de la Triste Figura! No te dé afincamiento la prisión en que vas, porque así conviene para acabar más presto la aventura en que tu gran esfuerzo te puso. La cual se acabará cuando el furibundo león manchego con la blanca paloma tobosiana yacieren en uno, ya después de humilladas las altas cervices al blando yugo matrimoñesco. De cuyo inaudito consorcio saldrán a la luz del orbe los bravos cachorros que imitarán las rampantes garras del valeroso padre....Y tú, ¡oh el más noble y obediente escudero que tuvo espada en cinta, barbas en rostro y olfato en las narices!....sigue las pisadas (palabras) del valeroso y encantado caballero; que conviene que vayas donde paréis entrambos.
….Quedó don Quijote consolado con la escuchada profecía, porque luego coligió de todo en todo la significación della, y vio que le prometían el verse ayuntado en santo y debido matrimonio con su querida Dulcilengua del Toboso; de cuyo felice vientre saldrían los cahorros, que eran sus hijos, para gloria perpetua de la Mancha....
Sancho Panza se le inclinó con mucho comedimiento, y le besó entrambas manos, porque en una no pudiera por estar atadas entrambas.
Luego tomaron la jaula en hombros aquellas visiones y la acomodaron en el carro de bueyes.
Cuando don Quijote se vio de aquella manera, enjaulado y encima del carro, dijo:
-Muchas y muy graves historias he yo leído de caballeros andantes....Pero quizá la caballería y los encantos destos nuestros tiempos deben seguir otro camino que siguieron los antiguos....(en los nidos de antaño, no hay pájaros hogaño)....¿Qué te parece desto, Sancho hijo? (Constatar cómo el tratamiento personal, coloquial, de don Quijote hacia Sancho, va mudando hacia una cada vez más entrañable intimidad a lo largo del discurso de la obra)
-No sé yo lo que me parece -respondió Sancho-, por no ser tan leído como vuestra merced en las escrituras andantes; pero, con todo eso, osaría afirmar y jurar que estas visiones que por aquí andan, que no son del todo católicas.
-¿Católicas?. ¡Mi padre -respondió don Quijote-.¿Cómo han de ser católicas si son todos demonios que han tomado cuerpos fantásticos para venir a hacer esto y ponerme en este estado? Y si quieres ver esta verdad, tócalas y pálpalas, y verás como no tienen cuerpo sino de aire, y cómo no consisten más de en la apariencia.
….antes que se moviese el carro salió la ventera, su hija y Maritornes a despedirse de don Quijote ….quien....dijo:
….la virtud es tan poderosa que por sí sola, a pesar de toda la nigromancia
que supo su primer inventor, Zoroastro, saldrá vencedora de todo trance y dará de sí luz en el mundo, como la da el sol en el cielo....
….El ventero se llegó al cura y le dio unos papeles....que, pues él no sabía leer, no los quería. El cura se lo agradeció, y abriéndolos luego, vio que al principio del escrito decía: “Novela de Rinconete y Cortadillo”....
….Don Quijote iba sentado en la jaula….con tanto silencio y tanta paciencia como si no fuera hombre de carne, sino estatua de piedra....
….En esto, Sancho Panza....dijo:
-Ahora, señores, quiéranme bien o quiéranme mal por lo que dijere, el caso dello es que así va encantado mi señor don Quijote como mi madre....
….Y volviéndose a mirar al cura, prosiguió diciendo:
-¡Ah, señor cura, señor cura! ¿Pensaba vuestra merced que no le conozco, y pensará que yo no calo y adivino adónde se encaminan estos nuevos encantamentos?....
-¡Adóbame estos candiles! -dijo a este punto el barbero-. ¿También vos, Sancho, sois de la cofradía de vuestro amo? ….
-Yo no estoy preñado de nadie -respondió Sancho-....y aunque pobre, soy cristiano viejo....y cada uno es hijo de sus obras....y vuestra merced mire cómo habla, señor barbero; que no es todo hacer barbas, y algo va de Pedro a Pedro. Dígolo porque todos nos conocemos....
….Admiráronse....los criados y el canónigo de oír la peregrina historia de don Quijote, y en acabándola de oír, dijo....
El cura le estuvo escuchando con grande atención, y parecióle hombre de buen entendimiento, y que tenía razón en cuanto decía....
….En tanto....Sancho....se llegó a la jaula donde iba su amo, y le dijo:
-Señor, por descargo de mi conciencia le quiero decir....que no va encantado, sino embaído y tonto. Para prueba de lo cual le quiero preguntar una cosa....
-Pregunta lo que quisieres, hijo Sancho....
….pregunto, hablando con acatamiento, si acaso después que vuestra merced va enjaulado y, a su parecer, encantado en esta jaula, le ha venido gana y voluntad de hacer aguas mayores o menores, como suele decirse.
-No entiendo eso de “hacer aguas”, Sancho; aclárate más, si quieres que responda derechamente.
-¿Es posible que no entienda vuestra merced....? Pues sepa que quiero decir si le ha venido gana de hacer lo que no se excusa.
-¡Ya te entiendo, Sancho! Y muchas veces; y aun agora la tengo. ¡Sácame deste peligro, que no anda todo limpio!
-¡Ah! -dijo Sancho- cogido le tengo....
-Verdad dices, Sancho -respondió don Quijote-; pero....contra el uso de los tiempos no hay que argüir ni de qué hacer consecuencias. Yo sé y tengo para mí que voy encantado, y esto me basta para la seguridad de mi conciencia; que la formaría muy grande si yo pensara que no estaba encantado y me dejase estar en esta jaula perezoso y cobarde, defraudando el socorro que podría dar a muchos menesterosos y necesitados....
-Pues con todo eso -replicó Sancho-, digo que para mayor abundancia y satisfacción, sería bien que vuestra merced probase a salir desta cárcel, que yo me obligo con todo mi poder a facilitarlo, y aun sacarle della, y probase de nuevo a subir sobre Rocinante, que también parece que va encantado, según va de malencólico y triste; y, hecho esto, probásemos otra vez la suerte de buscar más aventuras; y si no nos sucediere bien, tiempo nos queda para volvernos a la jaula, en la cual prometo, a ley de buen y leal escudero, de encerrarme juntamente con vuestra merced, si acaso fuera vuestra merced tan desdichado, o yo tan simple, que no acierte a salir con lo que digo.
-Yo soy contento de hacer lo que dices, Sancho hermano -replicó don Quijote-; y cuando tú veas coyuntura de poner en obra mi libertad, yo te obedeceré en todo y por todo; pero tú, Sancho, verás como te engañas en el conocimiento de mi desgracia.
En estas pláticas se entretuvieron el caballero andante y el mal andante escudero....el cual rogó al cura que permitiese que su señor saliese por un rato de la jaula....
Entendióle el cura....
-Yo le fío de la fuga -respondió Sancho.
-Y yo y todo -dijo el canónigo-, y más si él me da la palabra como caballero....
-Sí doy -respondió don Quijote-, que todo lo estaba escuchando....
….y lo primero que hizo fue estirarse todo el cuerpo, y luego se fue donde estaba Rocinante, y dándole dos palmadas en las ancas, dijo:
-Aún espero en Dios y en su bendita Madre, flor y espejo de los caballos, que presto nos hemos de ver los dos cual lo deseamos; tú, con tu señor a cuestas; y yo, encima de ti, ejercitando el oficio para que Dios me echó al mundo.
….Mirábalo el canónigo, y admirábase de ver la extrañeza de su grande locura; y de que en cuanto hablaba y respondía mostraba tener bonísimo entendimiento... y....le dijo....
-Pues yo -replicó don Quijote-, hallo por mi cuenta que el sin juicio y el encantado es vuestra merced....
-No puedo negar yo, señor don Quijote, que no sea verdad algo de lo que vuestra merced ha dicho....pero....
-¡Bueno está eso! -respondió don Quijote-....De mí sé decir que después que soy caballero andante soy valiente, comedido, liberal, bien criado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de trabajos, de prisiones, de encantos; y aunque ha tan poco que me vi encerrado en una jaula como loco, pienso....
….hacer conde a Sancho Panza, que es uno de los mejores escuderos que caballero andante ha tenido....
….La fugitiva cabra, temerosa y despavorida, se vino a la gente, como a favorecerse della, y allí se detuvo.
Llegó el cabrero, y asiéndola de los cuernos, como si fuera capaz de discurso y entendimiento, le dijo:
-¡Ah, cerrera, cerrera, Manchada, Manchada, y cómo andáis vos estos días de pie cojo....
….Contento dieron las palabras del cabrero a los que las oyeron....
….el cabrero, bebió y sosegóse, y luego dijo:
-No querría que por haber yo hablado con esta alimaña tan sin seso, me tuviesen vuestras mercedes por hombre simple; que en verdad que no carecen de misterio las palabras que le dije. Rustico soy, pero no tanto que no entienda cómo se ha de tratar con los hombres y con las bestias.
-Eso creo yo muy bien -dijo el cura....
-A lo menos, señor, -replicó el cabrero-....os contaré una verdad....
A esto respondió don Quijote: ….Comenzad, pues, amigo, que todos os escucharemos.
-Saco la mía -dijo Sancho-; que yo al arroyo me voy con esta empanada....
….El cabrero dio dos palmadas sobre el lomo a la cabra, que por los cuernos tenía, diciéndole:
-Recuéstate junto a mí, Manchada; que tiempo nos queda para volver a nuestro apero.
Parece que lo entendió la cabra, porque en sentándose su dueño, se tendió ella junto a él con mucho sosiego, y mirándole al rostro daba a entender que estaba atenta a lo que el cabreo iba diciendo; el cual comenzó su historia desta manera........................ Y esta fue la ocasión, señores, de las palabras y razones que dije a esta cabra cuando aquí llegué....
….Y don Quijote....le dijo;
-Por cierto, hermano cabrero, que si yo me hallara posibilitado de de poder comenzar alguna aventura....
….Mirólo el cabrero, y como vio a don Quijote de tan mal pelaje y catadura, admiróse y preguntó al barbero, que cerca de sí tenía;
-Señor, ¿quién es este hombre que tal talle tiene y de tal manera habla?
-¿Quién ha de ser -respondió el barbero-, sino el famoso don Quijote de la Mancha....?
….Don Quijote, que vio los extraños trajes de los disciplinantes....se imaginó....subió sobre Rocinante y embrazó su adarga, y dijo en alta voz a todos los que presentes estaban:
-Agora, valerosa compañía, veredes....
….ni menos le detuvieron las voces que Sancho le daba, diciendo:
-¿Adónde va, señor don Quijote? ¿Qué demonios lleva en el pecho, que le incitan a ir contra nuestra fe católica¿ ….
….-Vosotros, que, quizá por no ser buenos, os encubrís los rostros, atended y escuchad lo que deciros quiero.
….-Señor hermano, si nos quiere decir algo, dígalo presto....que en dos palabras se diga.
-En una lo diré -replicó don Quijote....
….En estas razones cayeron todos los que las oyeron que don Quijote debía de ser algún hombre loco, y tomáronse a reír muy de gana, cuya risa fue poner pólvora a la cólera de don Quijote, porque sin decir más palabra, sacando la espada, arremetió a las andas....
….Sancho Panza, con lágrimas en los ojos, decía:
-Oh flor de los caballeros....honra de tu linaje, honor y gloria de toda la Mancha, y aun de todo el mundo....
Con las voces y gemidos de Sancho revivió don Quijote, y la primera palabra que dijo fue:
-El que de vos vive ausente, dulcísima Dulcilengua....
-Eso haré yo de muy buena gana, señor mío -respondió Sancho-, y volvamos a mi aldea....y allí daremos orden de hacer otra salida que nos sea de más provecho y fama.
- Bien dices, Sancho -respondió don Quijote-, y será gran prudencia dejar pasar el mal influjo de las estrellas que agora corre.
….y a cabo de seis días llegaron a la aldea de don Quijote, adonde entraron a la mitad del día, que acertó a ser domingo, y la gente estaba toda en la plaza....
….A las nuevas de esta venida de don Quijote, acudió la mujer de Sancho Panza....
….decidme, ¿qué es eso de ínsulas, que no lo entiendo....?
-No es la miel para la boca del asno -respondió Sancho- ….
….en tanto que el ama y sobrina de don Quijote le recibieron, y le desnudaron, y le tendieron en su antiguo lecho....
…..sólo la fama ha guardado, en las memorias de la Mancha, que don Quijote, la tercera vez que salió de su casa....
….si la buena suerte no le deparara un antiguo médico que tenía en su poder....................
…..y los que se pudieron leer y sacar en limpio fueron los que aquí pone el fidedigno autor desta nueva y jamás vista historia.........
…..Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo eran éstas:




LOS ACADÉMICOS DE LA ARGAMASILLA, LUGAR
DE LA MANCHA EN VIDA Y MUERTE DEL VALEROSO
DON QUIJOTE DE LA MANCHA, “HOC SCRIPSERUNT”












EL MONICONGO, ACADÉMICO DE LA ARGAMASILLA,
A LA SEPULTURA DE DON QUIJOTE



Epitafio



El cavaltrueno que adornó la Mancha
estribando en su amor y bizarría
aquél que en Rocinante errando anduvo
yace debajo desta losa fría.









DEL CACHIDIABLO, ACADÉMICO DE LA ARGAMASILLA,
EN LA SEPULTURA DE DON QUIJOTE.



Epitafio



Aquí yace el caballe
bien molido y mal anda
a quien llevó Rocina
por uno y otro sende.
Sancho Panza el majade
yace tanbién junto a él
escudero el más fiel
que vio el trato de escude.






DEL TIQUITOC, ACADÉMICO DE LA ARGAMASILLA,
EN LA SEPULTURA DE DULCINEA DEL TOBOSO



Epitafio
Reposa aquí Dulcine
y aunque de carnes rolli,
la volvió en polvo y ceni
la muerte espantable y fe.
Fue de castiza rale
y tuvo asomos de da,
del gran Quijote fue lla,
y fue gloria de su alde.



Estos fueron los versos que se pudieron leer; los demás, por estar carcomida la letra, se entregaron a un académico para que por conjeturas los declarase.



“Forsi altro canterá con miglior plectio”
FINIS

martes, 12 de marzo de 2013

Lectura e interpretación nueva de El Quijote: (séptima entrega)


….Hallóse don Quijote al entrar del oídor y de la doncella, y así como lo vio, dijo:
-Seguramente puede vuestra merced entrar y espaciarse en este castillo....
Admirado quedó el oídor del razonamiento de don Quijote, a quien se puso a mirar muy de propósito , y no menos le admiraba su talle que sus palabras....
En resolución, bien echó de ver el oídor que era gente principal toda la que allí estaba, pero el talle, visaje y apostura de don Quijote le desatinaba....
Allí don Quijote estaba atento, sin hablar palabra, considerando estos tan extraños sucesos, atribuyéndolos todos a quimeras de la andante caballería....
….-Tomad, señora, esa mano, o, por mejor decir, ese verdugo de los malhechores del mundo, tomad esa mano, digo, a quien no ha tocado otra de mujer alguna, ni aun la de aquella que tiene entera posesión de todo mi cuerpo. No os la doy para que la beséis, sino para que miréis la contextura de sus nervios, la trabazón de sus músculos, la anchura y especiosidad de sus venas; de donde sacaréis qué tal debe ser la fuerza del brazo que tal mano tiene.
-Ahora lo veremos -dijo Maritornes....
….subió sobre Rocinante, embragó su adarga, enristró su lanzón, y tomando buena parte del campo, volvió a medio galope, diciendo:


-Cualquiera que dijere que yo he sido con justo título encantado, como mi señora la princesa Micomicona me dé licencia para ello, yo le desmiento, le rieto y desafío a singular batalla.
Admirados quedaron los nuevos caminantes de las palabras de don Quijote; pero el ventero les quitó de admiración, diciéndoles que era don Quijote....
….cuando el demonio, que no duerme, ordenó que en aquel mesmo punto entró en la venta el barbero a quien don Quijote quitó el yelmo de Mambrino y Sancho Panza los aparejos del asno....
….Ya estaba don Quijote delante, con mucho contento de ver cuán bien se defendía y ofendía su escudero, y túvole dede allí adelante por hombre de pro, y propuso en su corazón de armarle caballero en la primera ocasión que se le ofreciese, por parecerle que sería en él bien empleada la orden de la caballería....
….Aquí no pudo contenerse don Quijote....
….-Porque vean vuestras mercedes clara y manifiestamente el error en que está este buen escudero, pues llama bacía a lo que fue, es y será el yelmo de Mambrino....En lo del albarda no me entremeto; que lo que en ello sabré decir es que mi escudero Sancho me pidió licencia....
-¡Pardiez, señor -dijo Sancho-, si no tenemos otra prueba de nuestra intención que la que vuestra merced dice, tan bacía es el yelmo de Mambrino como el jaez deste buen hombre albarda!
- Haz lo que te mando -replicó don Quijote-; que no todas las cosas deste castillo han de ser guiadas por encantamento.
Sancho fue a do estaba la bacía y la trujo, y así como don Quijote la vio, la tomó en las manos y dijo:
-Miren vuestras mercedes con qué cara podía decir este escudero que ésta es bacía, y no el yelmo que yo he dicho; y juro por la orden de caballería que profeso que este yelmo fue el mesmo que yo le quité, sin haber añadido en él ni quitado cosa alguna.
-En eso no hay duda -dijo a esta sazón Sancho-; porque desde que mi señor la ganó hasta agora no ha hecho con él más de una batalla, cuando libró a los sin ventura encadenados; y si no fuera por este “baciyelmo”....
….-¿Qué les parece a vuestras mercedes, señores, -dijo el barbero-, de lo que afirman estos gentiles hombres, pues aún porfían que ésta no es bacía, sino yelmo?
-Y quien lo contrario dijere dijo don Quijote-, le haré yo conocer que miente, si fuere caballero, y si escudero, que remiente mil veces.


Nuestro barbero, que....como tenía tan bien conocido el humor de don Quijote, quiso esforzar su desatino y llevar adelante la burla para que todos riesen, y dijo, hablando con el otro barbero:
-Señor barbero, o quien sois, sabed que yo también soy de vuestro oficio....y digo, salvo mejor parecer, remitiéndome siempre al mejor entendimiento, que esta pieza que está aquí delante y que este buen señor tiene en las manos, no sólo no es bacía de barbero, pero está tan lejos de serlo como está lejos lo blanco de lo negro y la verdad de la mentira; también digo que éste, aunque yelmo, no es yelmo entero.
-No por cierto -dijo don Quijote-, porque le falta la mitad, que es la barbera.
-Así es -dijo el cura, que ya había entendido la intención de su amigo el barbero.
….¡Válame Dios! -dijo a esta sazón el barbero burlado....¿Que es posible tanta gente honrada diga que ésta no es bacía, sino yelmo? Cosa parece ésta que puede poner en admiración a toda una Universidad, por discreta que sea. Basta: que si es que esta bacía es yelmo, también debe de ser esta albarda jaez de caballo, como este señor ha dicho.
-A mí albarda me parece -dijo don Quijote-; pero ya he dicho que en eso no me entremeto.
-De que sea albarda o jaez -dijo el cura- no está en más de decirlo el señor don Quijote; que en estas cosas de la caballería todos estos señores y yo le damos la ventaja.
-Por Dios, señores míos- dijo don Quijote-, que son tantas y tan extrañas las cosas que en este castillo, en dos veces que en él me he alojado, me han sucedido, ….porque imagino que cuanto en él que se trata va por vía de encantamento....que, ponerme yo ahora en cosa de tanta confusión o dar mi parecer, será caer en juicio temerario. En lo que toca a lo que dicen que ésta es bacía y no yelmo, ya yo tengo respondido; pero en lo de declarar si ésa es albarda o jaez, no me atrevo a dar sentencia definitiva; quizá por no ser armados caballeros, como yo lo soy, no tendrán que ver con vuestras mercedes los encantamentos deste lugar, y tendrán lo entendimientos libres, y podrán juzgar las cosas deste castillo como ellas son real y verdaderamente, y no como a mí me parecían.
….el que más se desesperaba era el barbero cuya bacía allí delante de sus ojos se le había vuelto yelmo de Mambrino, y cuya albarda pensaba sin duda alguna que se le había de volver en jaez rico de caballo....
….don Fernando dijo....a ninguno pregunto lo que deseo saber que no me diga que es disparate decir que ésta sea albarda de jumento, sino jaez de caballoy aun de caballo castizo....


….don Quijote....dijo:
-Aquí no hay más que hacer sino que cada uno tome lo que es suyo, y a quien Dios se la dio, san Pedro se la bendiga.
Uno de los cuatro (criados) dijo:
-Si no es que esto sea burla pensada, no me puedo persuadir que hombres de tan buen entendimiento....porque ¡voto a tal! -y arrojóle redondo- que no me den a mí a entender cuantos hoy viven en el mundo al revés de que ésta no sea bacía de barbero y ésta albarda de asno.
-Bien podría ser de borrica -dijo el cura.
-Tanto monta -dijo el criado- ….
….Oyendo esto uno de los cuadrilleros que había entrado, que había oído la pendencia y cuestión, lleno de cólera y enfado, dijo:
-Tan albarda es como mi padre; y el que otra cosa ha dicho o dijere debe de estar hecho uva.
-Mentís como bellaco villano -respondió don Quijote.
Y alzando el lanzón....
….toda la venta era llantos, voces, gritos, confusiones, temores, sobresaltos, desgracias, cuchilladas, mojicones, palos, coces y efusión de sangre. Y en la mitad deste caos, máquina y laberinto, ….don Quijote....dijo, con voz que atronaba la venta:
-Ténganse todos; todos envainen; todos sosieguen; óiganme todos, si todos quieren quedar con vida.
A cuya gran voz todos se pararon, y él prosiguió diciendo:
-¿No os dije yo, señores, que este castillo era encantado....? ….Finalmente, el rumor se apaciguó por entonces, la albarda quedó por jaez hasta el día del juicio, y la bacía por yelmo y la venta por castillo en la imaginación de don Quijote.

lunes, 4 de marzo de 2013

Lectura e interpretación nueva de El Quijote: (sexta entrega)


CARTA DE DON LENGUAJE A DULCILENGUA DEL TOBOSO


Soberana y alta señora : …............................................
Tuyo hasta la muerte,
El caballero de la Triste Figura.


- Por vida de mi padre -dijo Sancho oyendo la carta-, que es la más alta cosa que jamás he oído ….
- Todo es menester -respondió don Quijote- para el oficio que yo traigo.
…. luego pienso partirme, sin ver las sandeces que vuestra merced ha de hacer, que yo diré que le vi hacer tantas, que no quiera más.
- Por lo menos, quiero Sancho, y porque es menester ansí, quier, digo, que me veas en cueros, y hacer una o dos docenas de locuras....
-Por amor de Dios, señor mío, que no vea yo en cueros a vuestra merced, que me dará mucha lástima y no podré dejar de llorar; y si es que vuestra merced gusta de que yo vea algunas locuras, hágalas vestido, breves y las que le vinieren más a cuento....Y....aparéjese la señora Dulcilengua; que si no responde como es de razón....
- A fe, Sancho -dijo don Quijote-, que, a lo que parece, que no estás tú más cuerdo que yo.
- No estoy tan loco -respondió Sancho-, mas estoy colérico....
….pidió la bendición a su señor, y, no sin muchas lágrimas de entrambos, se despidió dél.
….Mas no hubo andado cien pasos cuando volvió y dijo:
-Digo yo, señor, que vuestra merced ha dicho muy bien que para que pueda jurar sin cargo de conciencia que le he visto hacer locuras, será bien que vea siquiera una....
-¿No te lo decía yo? -dijo don Quijote-, espérate, Sancho, que en un credo las haré.
Y desnudándose....
….Sancho ….se dio por contento y satisfecho de que podía jurar que su amo quedaba loco....
….se subió sobre una punta de una alta peña....y hablando entre sí mesmo, decía: ….
….Porque mi Dulcilengua del Toboso osaré yo jurar que no ha visto en todos los días de su vida moro alguno, ansí como él es, en su mesmo traje, y que se está hoy como la madre que la parió....y así, se entretenía....escribiendo y grabando por las cortezas de los árboles y por la menuda arena muchos versos, todos acomodados a su tristeza, y algunos en alabanza de Dulcilengua....Mas los que se pudieron hallar enteros y que se pudieron leer....no fueron más que estos:
…....................
pues por pagaros a escote....
y así, has henchir un pipote....
y en tocándole el cogote,
aquí lloró don Quijote
ausencias de Dulcilengua
del Toboso.




No causó poca risa a los que hallaron los versos referidos el añadidura “del Toboso” al nombre de Dulcilengua, porque imaginaron que debió imaginar don Quijote que si nombrando a Dulcilengua no decía también “del Toboso”, no se podría entender la copla, y así fue la verdad, como él después confesó. Otras muchas escribió....en tanto Sancho volvía; que, si como tardó tres días, tardase tres emanas, el Caballero de la Triste Figura quedara tan desfigurado, que no le conociera la madre que le parió.


….el cura y el barbero....así como acabaron de conocer a Sancho Panza y a Rocinante....
- Amigo Sancho Panza, ¿adónde queda vuestro amo?
….Y con esto les contó....y que no le daba mucha pena la pérdida de la carta de Dulcilengua, porque él la sabía casi de memoria....
-Decildo, Sancho, pues -dijo el barbero-, que después la trasladaremos.


….”Alta y sobajada señora”....”el llego y falto de sueño, y el ferido besa a vuestra merced las manos, ingrata y muy desconocida hermosa”, y no sé qué decía de salud y enfermedad que le enviaba, y por aquí iba escurriendo hasta que acababa en “vuestro hasta la muerte, el Caballero de la Triste Figura”
….los dos se admiraron de nuevo, considerando cuán vehemente había sido la locura de don Quijote, pues había llevado tras sí el juicio de aquel pobre hombre.
….No le pareció mal al barbero la invención del cura....
….dijo Dorotea que ella haría de doncella menesterosa mejor que el barbero....porque ella había leído muchos libros de caballerías....
-Pues no es menester más -dijo el cura- sino que luego se ponga por obra.
….el que más se admiró fue Sancho Panza....y así, preguntó al cura con grande ahínco le dijese quién era aquella tan fermosa señora, y qué era lo que buscaba por aquellos andurriales....
….Llámase -respondió el cura- la princesa Micomicona, porque llamándose su reino Micomicón, claro está que ella se ha de llamar así.
-No hay duda en eso -respondió Sancho ….
….quedó tan contento Sancho cuanto el cura admirado de su simplicidad, y de ver cuán encajados tenía en la fantasía los nuevos disparates que su amo....
….Don Quijote, que tales blasfemias oyó decir contra su señora Dulcilengua, no las pudo sufrir....
-¿Pensáis -le dijo al cabo del rato-, villano ruin, que ha de haber lugar siempre para ponerme la mano en la horcajadura y que todo ha de ser errar vos y perdonaros yo? Pues no lo penséis, bellaco descomulgado....¿y quién pensáis que ha ganado este reino....si no es el valor de Dulcilengua, tomando a mi brazo por instrumento de sus hazañas? Ella pelea en mí, y vence en mí, y yo vivo y respiro en ella, y tengo vida y ser....
….-Con todo eso -dijo don Quijote-, mira, Sancho, lo que hablas, porque tantas veces va el cantarillo a la fuente....y no digo más....
- Echemos, Panza amigo, pelillos a la mar en esto de nuestras pendencias, y dime ahora....¿Dónde, cuándo y cómo hallaste a Dulcilengua? ¿Qué hacía? ¿Qué le dijiste? ¿Qué rostro hizo cuando leía mi carta? ¿Quién te la trasladó? ….
- Señor -respondió Sancho- si va a decir la verdad, la carta no me la trasladó nadie, porque yo no llevé carta alguna.
- Así es como dices -dijo don Quijote....; porque el librillo de memoria....
-Así fuera -respondió Sancho- si no la hubiera yo tomado en la memoria, cuando vuestra merced me la leyó, de manera que se la dije a un sacristán que me la trasladó del entendimiento tan punto por punto, que dijo que en todos los días de su vida, aunque había leído muchas cartas de descomunión, no había visto ni leído tan linda carta como aquella.
-¿Y tiénesla todavía en la memoria, Sancho -dijo don Quijote.
- No, señor, -respondió Sancho- porque después que la di, como vi que no había de ser de más provecho, di en olvidalla, y si algo se me acuerda, es aquello del “sobajada”, digo del “soberana señora”, y lo último: “vuestro hasta la muerte, el Caballero de la Triste Figura”. Y en medio destas dos cosas le puse más de trescientas almas y vidas y ojos míos.
-Todo eso no me descontenta, prosigue adelante -dijo don Quijote-. Llegaste....A buen seguro que la hallaste ensartando perlas....
- No la hallé -respondió Sancho- sino ahechando dos hanegas de trigo en un corral de su casa.
-Pues hazte cuenta -dijo don Quijote-, que los granos de aquel trigo eran granos de perlas, tocados de sus manos. Y si miraste, amigo, el trigo ¿era candeal o trechel?
-No era sino rubión -respondió Sancho.
-Pues yo te aseguro -dijo don Quijote- que, ahechado por sus manos, hizo pan candeal, sin duda alguna. Pero pasa adelante....
-Cuando yo se la iba a dar -respondió Sancho-....díjome....
-Discreta señora -dijo don Quijote-, ….Adelante, Sancho....
-Ella no me preguntó nada -dijo Sancho-; mas yo le dije....
-En decir que maldecía mi fortuna dijiste mal -dijo don Quijote-;....por hacerme hecho digno de merecer amar tan alta señora como Dulcilengua del Toboso.
-Tan alta es -respondió Sancho-, que a buena fe que me lleva a mí más de un coto.
-¿Pues cómo, Sancho -dijo don Quijote-. ¿Haste medido tú con ella?
-Medíme en esta manera -respondió Sancho-; ….
-....Pero no me negarás, Sancho, una cosa; cuando llegaste junto a ella, ¿no sentiste un olor sabeo....que yo no acierto a darle nombre? Digo ¿un tuho o tufo como si estuvieras en la tienda de algún curioso guantero?
-Lo que sé decir -dijo Sancho- es que sentí un olorcillo algo hombruno; y debía de ser que ella, con el mucho ejercicio, estaba sudada y algo correosa.
-No sería eso -respondió don Quijote-; sino que tú debías de estar romadizo, o te debiste oler a ti mesmo....
-Todo puede ser -respondió Sancho-; que muchas veces sale de mí aquel olor que entonces me pareció que salía de su merced de la señora Dulcilengua; pero no hay de qué maravillarse, que un diablo parece a otro.
-Y bien -prosiguió don Quijote-, ….¿Qué hizo cuando leyó la carta?
-La carta -dijo Sancho-, no la leyó, porque me dijo que no sabía leer ni escribir;....y que bastaba lo que yo le había dicho de palabra....y finalmente, me dijo, que dijera a vuestra merced que....se pusiese camino del Toboso....porque tenía gran deseo de ver a vuestra merced....
-Todo va bien hasta agora -dijo don Quijote-. Pero dime: qué joya fue la que te dio al despedirte....porque es usada y antigua costumbre....
-....Bien puede ser así....pero eso debía de ser en los tiempos pasados, que ahora....un pedazo de pan y queso, que eso fue lo que me dio mi señora Dulcilengua....y aun por más señas, era el queso ovejuno....
-Es liberal en extremo -dijo don Quijote; ….
….-¿Sabes de qué estoy maravillado, Sancho? De que me parece que fuiste y veniste por los aires....desde aquí al Toboso....como te tengo dicho, algún sabio amigo te debió de llevar en volandillas, sin que tú lo sintieras.
-Así sería -dijo Sancho-; ….
-Y....¿qué te parece a ti que debo yo hacer ahora....?
-¡Ay! -dijo Sancho-,....más vale pájaro en mano que buitre volando, porque quien bien tiene y mal escoge, por bien que se enoja no se venga.
-....Y vuestra merced no se cure de ir por agora a ver a mi señora Dulcilengua, sino váyase a matar al gigante, y concluyamos este negocio y....
-Dígote, Sancho -dijo don Quijote-, que estás en lo cierto....
-....¡Válate al diablo por villano -dijo don Quijote- y qué de discreciones dices a las veces. No parece sino que has estudiado.
-Pues a fe mía que no sé leer -respondió Sancho.
….Salió, en esto, don Quijote, armado de todos sus pertrechos, con el yelmo, aunque aboyado, de Mambrino en la cabeza....
…. Se volvió a Sancho, y con muestras de mucho enojo, le dijo:
-Ahora te digo, Sanchuelo, que eres el mayor bellacuelo que hay en España....¡Voto.... -y miró al cielo y apretó los dientes- que estoy por hacer un estrago en ti, que ponga sal en la mollera a todos cuantos mentirosos escuderos hubiere de caballeros andantes de aquí adelante en el mundo!
- Vuestra merced se sosiegue, señor mío, -respondió Sancho; que bien podría ser que yo me hubiese engañado en lo que toca a la mutación de la señora princesa Micomicona; pero en lo que toca a la cabeza del gigante,o, a lo menos, a la horadación de los cueros, y a lo ser vino tinto la sangre, no me engaño, vive Dios....y si no, al freír de los huevos lo verá, quiero decir....
-Ahora yo te digo, Sancho -dijo don Quijote-, que eres un mentecato, y perdóname, y basta.
….Llegada, pues, la hora, sentáronse todos a una larga mesa como de tinelo, porque no la había redonda ni cuadrada en la venta, y dieron la cabecera y principal asiento, puesto que él lo rehusaba, a don Quijote, el cual....movido de otro semejante espíritu que el que lo movió a hablar tanto como habló cuando cenó con los cabreros, comenzó a decir:
-Verdaderamente, si bien se considera, señores míos, grandes e inauditas cosas ven los que profesan la orden de la andante caballería. Si no, ¿cuál de los vivientes habrá en el mundo que ahora por la puerta deste castillo entrara, y de la suerte que estamos nos viera, que juzgue y crea que nosotros somos quienes somos?...............
De tal manera y por tan buenos términos iba prosiguiendo en su plática don Quijote, que obligó a que, por entonces, ninguno de los que escuchándole estaban le tuviese por loco, antes, como todos los más eran caballeros, a quienes son anejas las armas, le escuchaban de muy buena gana; y él prosiguió diciendo: ........................
“ Que habla del curioso discurso que hizo don Quijote de las armas y las letras”.......................................................................(Leer, íntegro)