….Hallóse
don Quijote al entrar del oídor y de la doncella, y así como lo
vio, dijo:
-Seguramente
puede vuestra merced entrar y espaciarse en este castillo....
Admirado
quedó el oídor del razonamiento de don Quijote, a quien se puso a
mirar muy de propósito , y no menos le admiraba su talle que sus
palabras....
En
resolución, bien echó de ver el oídor que era gente principal toda
la que allí estaba, pero el talle, visaje y apostura de don Quijote
le desatinaba....
Allí
don Quijote estaba atento, sin hablar palabra, considerando estos tan
extraños sucesos, atribuyéndolos todos a quimeras de la andante
caballería....
….-Tomad,
señora, esa mano, o, por mejor decir, ese verdugo de los malhechores
del mundo, tomad esa mano, digo, a quien no ha tocado otra de mujer
alguna, ni aun la de aquella que tiene entera posesión de todo mi
cuerpo. No os la doy para que la beséis, sino para que miréis la
contextura de sus nervios, la trabazón de sus músculos, la anchura
y especiosidad de sus venas; de donde sacaréis qué tal debe ser la
fuerza del brazo que tal mano tiene.
-Ahora
lo veremos -dijo Maritornes....
….subió
sobre Rocinante, embragó su adarga, enristró su lanzón, y tomando
buena parte del campo, volvió a medio galope, diciendo:
-Cualquiera
que dijere que yo he sido con justo título encantado, como mi señora
la princesa Micomicona me dé licencia para ello, yo le desmiento, le
rieto y desafío a singular batalla.
Admirados
quedaron los nuevos caminantes de las palabras de don Quijote; pero
el ventero les quitó de admiración, diciéndoles que era don
Quijote....
….cuando
el demonio, que no duerme, ordenó que en aquel mesmo punto entró en
la venta el barbero a quien don Quijote quitó el yelmo de Mambrino y
Sancho Panza los aparejos del asno....
….Ya
estaba don Quijote delante, con mucho contento de ver cuán bien se
defendía y ofendía su escudero, y túvole dede allí adelante por
hombre de pro, y propuso en su corazón de armarle caballero en la
primera ocasión que se le ofreciese, por parecerle que sería en él
bien empleada la orden de la caballería....
….Aquí
no pudo contenerse don Quijote....
….-Porque
vean vuestras mercedes clara y manifiestamente el error en que está
este buen escudero, pues llama bacía a lo que fue, es y será el
yelmo de Mambrino....En lo del albarda no me entremeto; que lo que en
ello sabré decir es que mi escudero Sancho me pidió licencia....
-¡Pardiez, señor -dijo Sancho-, si no tenemos
otra prueba de nuestra intención que la que vuestra merced dice, tan
bacía es el yelmo de Mambrino como el jaez deste buen hombre
albarda!
-
Haz lo que te mando -replicó don Quijote-; que no todas las cosas
deste castillo han de ser guiadas por encantamento.
Sancho
fue a do estaba la bacía y la trujo, y así como don Quijote la vio,
la tomó en las manos y dijo:
-Miren
vuestras mercedes con qué cara podía decir este escudero que ésta
es bacía, y no el yelmo que yo he dicho; y juro por la orden de
caballería que profeso que este yelmo fue el mesmo que yo le quité,
sin haber añadido en él ni quitado cosa alguna.
-En
eso no hay duda -dijo a esta sazón Sancho-; porque desde que mi
señor la ganó hasta agora no ha hecho con él más de una batalla,
cuando libró a los sin ventura encadenados; y si no fuera por este
“baciyelmo”....
….-¿Qué
les parece a vuestras mercedes, señores, -dijo el barbero-, de lo
que afirman estos gentiles hombres, pues aún porfían que ésta no
es bacía, sino yelmo?
-Y
quien lo contrario dijere dijo don Quijote-, le haré yo conocer que
miente, si fuere caballero, y si escudero, que remiente mil veces.
Nuestro
barbero, que....como tenía tan bien conocido el humor de don
Quijote, quiso esforzar su desatino y llevar adelante la burla para
que todos riesen, y dijo, hablando con el otro barbero:
-Señor
barbero, o quien sois, sabed que yo también soy de vuestro
oficio....y digo, salvo mejor parecer, remitiéndome siempre al mejor
entendimiento, que esta pieza que está aquí delante y que este buen
señor tiene en las manos, no sólo no es bacía de barbero, pero
está tan lejos de serlo como está lejos lo blanco de lo negro y la
verdad de la mentira; también digo que éste, aunque yelmo, no es
yelmo entero.
-No
por cierto -dijo don Quijote-, porque le falta la mitad, que es la
barbera.
-Así
es -dijo el cura, que ya había entendido la intención de su amigo
el barbero.
….¡Válame
Dios! -dijo a esta sazón el barbero burlado....¿Que es posible
tanta gente honrada diga que ésta no es bacía, sino yelmo? Cosa
parece ésta que puede poner en admiración a toda una Universidad,
por discreta que sea. Basta: que si es que esta bacía es yelmo,
también debe de ser esta albarda jaez de caballo, como este señor
ha dicho.
-A
mí albarda me parece -dijo don Quijote-; pero ya he dicho que en eso
no me entremeto.
-De
que sea albarda o jaez -dijo el cura- no está en más de decirlo el
señor don Quijote; que en estas cosas de la caballería todos estos
señores y yo le damos la ventaja.
-Por
Dios, señores míos- dijo don Quijote-, que son tantas y tan
extrañas las cosas que en este castillo, en dos veces que en él me
he alojado, me han sucedido, ….porque imagino que cuanto en él que
se trata va por vía de encantamento....que, ponerme yo ahora en cosa
de tanta confusión o dar mi parecer, será caer en juicio temerario.
En lo que toca a lo que dicen que ésta es bacía y no yelmo, ya yo
tengo respondido; pero en lo de declarar si ésa es albarda o jaez,
no me atrevo a dar sentencia definitiva; quizá por no ser armados
caballeros, como yo lo soy, no tendrán que ver con vuestras mercedes
los encantamentos deste lugar, y tendrán lo entendimientos libres, y
podrán juzgar las cosas deste castillo como ellas son real y
verdaderamente, y no como a mí me parecían.
….el
que más se desesperaba era el barbero cuya bacía allí delante de
sus ojos se le había vuelto yelmo de Mambrino, y cuya albarda
pensaba sin duda alguna que se le había de volver en jaez rico de
caballo....
….don
Fernando dijo....a ninguno pregunto lo que deseo saber que no me diga
que es disparate decir que ésta sea albarda de jumento, sino jaez de
caballoy aun de caballo castizo....
….don
Quijote....dijo:
-Aquí
no hay más que hacer sino que cada uno tome lo que es suyo, y a
quien Dios se la dio, san Pedro se la bendiga.
Uno de los cuatro (criados) dijo:
-Si
no es que esto sea burla pensada, no me puedo persuadir que hombres
de tan buen entendimiento....porque ¡voto a tal! -y arrojóle
redondo- que no me den a mí a entender cuantos hoy viven en el mundo
al revés de que ésta no sea bacía de barbero y ésta albarda de
asno.
-Bien
podría ser de borrica -dijo el cura.
-Tanto
monta -dijo el criado- ….
….Oyendo
esto uno de los cuadrilleros que había entrado, que había oído la
pendencia y cuestión, lleno de cólera y enfado, dijo:
-Tan
albarda es como mi padre; y el que otra cosa ha dicho o dijere debe
de estar hecho uva.
-Mentís
como bellaco villano -respondió don Quijote.
Y
alzando el lanzón....
….toda
la venta era llantos, voces, gritos, confusiones, temores,
sobresaltos, desgracias, cuchilladas, mojicones, palos, coces y
efusión de sangre. Y en la mitad deste caos, máquina y laberinto,
….don Quijote....dijo, con voz que atronaba la venta:
-Ténganse
todos; todos envainen; todos sosieguen; óiganme todos, si todos
quieren quedar con vida.
A
cuya gran voz todos se pararon, y él prosiguió diciendo:
-¿No
os dije yo, señores, que este castillo era encantado....?
….Finalmente, el rumor se apaciguó por entonces, la albarda quedó
por jaez hasta el día del juicio, y la bacía por yelmo y la venta
por castillo en la imaginación de don Quijote.
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